El Ayuntamiento de
Biar va a digitalizar el mecanismo del reloj a dos caras del campanario de la
iglesia de la Asunción de Biar. Ubicada en la plaza de la Constitución, la
torre consta de cuatro cuerpos y remates y está decorada con motivos
geométricos. Su planta es cuadrilátera ligeramente achaflanada.
La empresa
encargada de la instalación de un reloj digital en el campanario ya ha empezado
los primeros trabajos y espera la llegada de material para colocar el nuevo
aparato. Para ello, se ha sacado la varita que regulaba las manecillas del
reloj y se va a sustituir por un dispositivo automático. El concejal de Obras y
Servicios, José Soler, explica que “todo el mecanismo antiguo se conserva
dentro del reloj y lo que conseguimos con esta intervención es que se dé la
hora de forma más exacta”.
Una de las primeras
actuaciones fue la toma de medida de las saetas que se cambiarán por otras más
pequeñas para aliviar el peso que debe soportar el motor al moverlas
El reloj, de
montaje eléctrico, está en funcionamiento y la transmisión a las campanas de
cuartos y de las horas se realizaba. Ahora, el control del reloj será digital.
El cambio de las saetas y los trabajos de mantenimiento se van a aprovechar
para automatizar los toques tanto de los cuartos como de las horas. Así, los
cambios de hora y ajustes serán automáticos.
La sustitución del
mecanismo a motor por el digital se debe, en parte, a la jubilación del
relojero, Roberto Colomina, que hasta el momento se hacía cargo de su
mantenimiento. Soler indica que “la automatización no significa cambio alguno
en los toques de las nueve campanas que se mantendrán así como la posibilidad
de que repiquen de forma manual en ocasiones”.
Los cambios no
afectarán a la visión del campanario de la iglesia, uno de los grandes
atractivos del patrimonio local. Aunque la primera piedra de la torre que
corona el templo se puso en 1699, no se empezó a construir hasta 1702 y se
terminó en 1767. La estructura es de sillar embutido en su parte frontal y se
eleva a 37 metros de altura. Tiene en su segundo cuerpo un reloj a dos caras,
y, en su cuarto, el juego de cuatro grandes campanas volteables, así como
también las otras tantas menores en el campanil de su ápice.