De nuevo la sinrazón ha vuelto a actuar. No obstante, lo ha hecho de manera cobarde, por la noche, cuando nadie le o les ve. Si hace unas semanas fue las ruinas del Castillo de Salvatierra de Villena las que aparecieron con pintadas realizadas por vándalos, esta vez le ha tocado el turno a la vecina localidad de Biar.
Uno de sus pilares fundamentales, tanto histórico, como turístico y eclesiástico, el Santuari de la Mare de Déu de Gràcia, ha amanecido lleno de desagradables pintadas, dignas de un o unos gamberros sin escrúpulos y a los que les importa bien poco el patrimonio de su ciudad.
Desde la concejalía de Patrimonio desean denunciar públicamente este ataque vandálico. «Hay que respetar nuestro patrimonio. Utilicemos la palabra para el debate, no para combatir, y mucho menos para malmeter. El ayuntamiento y la Policía Local han tomado las medidas necesarias para tratar de dar con los responsables de estos actos», apuntan desde esta concejalía.