El Ayuntamiento de Villena y la Dirección Territorial de Educación en Alicante han tomado las primeras decisiones para poder actuar en la reforma y adecuación de las instalaciones del Colegio Público Santa Teresa de la ciudad ante la necesidad de reforzar las estructuras de los diferentes edificios que lo componen y adecuar los espacios a las necesidades actuales para la docencia en los ciclos de infantil y primaria, según han explicado hoy el alcalde de la ciudad, Fulgencio Cerdán, y la edil de Educación, María Server, ante la presencia del director territorial, David Vento; la inspectora de Educación, Luisa Pérez; y la directora del centro, Maite Sanz.
El alcalde considera que “estamos ante el primer paso para la reposición de este colegio bajo el modelo de actuación del CEIP Príncipe Don Juan Manuel” como consecuencia de los últimos informes técnicos que confirmaron que “las tareas de reparación y rehabilitación iban a ser más caras que la construcción de un nuevo colegio”. Para Cerdán, “este centro es necesario para el alumnado, pero también para el propio barrio porque actúa como un agente social de integración muy importante para el vecindario”.
A partir de esta primera decisión, el alcalde de Villena deseó que la nueva estructura política de la Conselleria de Educación respete los acuerdos y la necesidad de dotar a este barrio del nuevo colegio que necesita.
La Concejala de Educación señaló que la primera medida consiste en desalojar a los menores de este centro escolar de manera provisional al Centro de Formación de Personas Adultas (CFPA) Arco Iris y en el CEIP Ruperto Chapí hasta la instalación de las aulas prefabricadas.
La concejala de Villena ha comentado que “desde hace un tiempo se ha detectado problemas estructurales en los edificios del Santa Teresa, lo que ha motivado el cierre de uno de ellos. Aunque no existe riesgo para la seguridad de los menores ni del profesorado, lo cierto es que hay que prepararse para poder actuar en la reforma integral de este colegio que no puede realizarse con los niños y niñas en sus clases”.
El director territorial en funciones, David Vento, señaló que esta es la solución más factible para atender las necesidades del centro escolar y del barrio, y destacó que “más allá de las incomodidades, lo cierto es que las aulas prefabricadas actuales permiten unas condiciones de habitabilidad excepcionales”. Al respecto, la inspectora de Educación, Luisa Pérez, destacó que “esta medida es para poder actuar lo antes posible en la recuperación del centro escolar, pero en ningún momento ha habido situación de riesgo para el alumnado ni para los docentes”.
Por su parte, la directora del Santa Teresa explicó que los menores serán trasladados a los centros en autobús que correrá a cargo de la Conselleria, y que retornarán a las instalaciones de su centro para comer, puesto que le servicio de comedor se desarrollará con normalidad en un espacio que no está afectado por las deficiencias estructurales del resto del centro.
En la actualidad, ya hay uno de los edificios por motivos de seguridad y la estructura del inmueble que ocupan los niños y niñas de primaria también tienen defectos que necesitan una actuación integral. Ni el alcalde ni la concejala descartaron que una de las soluciones fuera el derribo y la construcción de nuevo centro en este mismo espacio.
Además de los problemas estructurales, hay cuestiones de humedad, obsolescencia de la red eléctrica y de climatización, falta de adecuación del espacio, dificultades de accesibilidad, entre otras cuestiones, propia de un edificio no adecuado a la norma ni a las condiciones que exigen los modelos educativos actuales.