El Consell acuerda el inicio de actuaciones para paliar la extraordinaria situación de crisis del cultivo de la cereza en la provincia de Alicante
El Pleno del Consell ha aprobado el inicio de las actuaciones para paliar la extraordinaria falta de producción de los cultivos dedicados a la producción de cereza en la provincia de Alicante.
Esta situación se da debido a la persistente concurrencia de factores climáticos, ambientales e incendios, que se han acumulado en los últimos años en la zona y que suponen una grave pérdida económica a explotaciones agrícolas y comercializadores de cerezas.
Para paliar esta situación, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica convocará unas ayudas a explotaciones agrícolas y comercializadores de cerezas, que estarán dotadas con 1.770.000 euros.
Desde el Consell se considera la opción de avanzar en la elaboración de un Plan de Acción que mitigue las dificultades del sector de la producción de cerezas en la provincia de Alicante.
Este Plan analizará posibles ayudas directas a agricultores y operadores de la cadena de comercialización, así como líneas de financiación empresarial en colaboración con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
También se considerará la propuesta de reducción de medidas fiscales para los operadores afectados; o la revisión de instrumentos administrativos como los planes de seguros agrarios adaptados a la realidad del sector.
Asimismo, se estudiarán el fomento del cooperativismo en las zonas afectadas y otras medidas estructurales como cambios varietales adaptados a las condiciones ambientales derivadas del cambio climático.
El cultivo de la cereza desempeña un papel primordial en el sector agrario de la provincia de Alicante y representa un motor económico que genera riqueza y puestos de trabajo en zonas de interior, pues exige disponer de mano de obra suficiente durante las fases de recolección y selección del fruto en el momento óptimo de maduración.
Es también un sector fundamental en términos de fijación la población en enclaves extremadamente sensibles como La Montaña de Alicante y otras comarcas de la provincia, además de ser un elemento vertebrador que promueve el desarrollo rural sostenible, el mantenimiento del medioambiente y del paisaje.