Al norte de la provincia de Alicante, en el municipio de La Vall de Laguar, se encuentra el “Barranc de l’Infern”, un espectacular y angosto cañón que las aguas del Río Gironahan ido esculpiendo a lo largo de miles de años. Este domingo 4 de febrero de 2024, 45 socios y socias de AVIANA hemos realizado esta ruta circular, conocida como “La Catedral del Senderismo” o “La ruta de los 6800 escalones de piedra”.
A las 7 de la mañana hemos tomado el autobús hasta la población de Fleix, en la Marina Alta. Nada más aparcar, siguiendo un camino rural asfaltado, unas indicaciones nos conducen al antiguo lavadero del pueblo. Enseguida se ven las marcas del sendero PR-V 147 y empieza la impresionante primera bajada por los escalones de piedra hasta el cauce seco del río Girona. Poco tiempo después de iniciar el descenso atravesamos el “Forat de la Juvea”, un agujero tallado en la roca desde donde disfrutamos una maravillosa panorámica.
Sobre las 10:30 horas hemos llegado al lecho rocoso del río, nos hemos reagrupado y hemos comenzado la primera subida con un desnivel de 300 metros positivos, siempre siguiendo los escalones de piedra. La zigzagueante subida nos lleva hasta la “Font de Les Juvees” y, desde allí, nos hemos encaminado hacia una casa rural llamada la “Juvea” donde, a las 11:30 de la mañana, hemos realizado una parada para almorzar y recuperar fuerzas antes de reanudar la marcha.
En esta segunda bajada hemos pasado por un lugar mágico, la “Font de Reinós”, paraje cubierto de musgos y helechos cuya humedad hemos agradecido ya que hoy la temperatura era demasiado cálida para esta época del año.
Al llegar abajo, hemos vuelto a ascender hasta llegar al antiguo caserío de “Les Juvees d’ Alt” desde donde hemos disfrutado de unas preciosas vistas del “Barranc de l’Infer”.
Descendemos de nuevo hasta el “Barranc de Raconc” y, una vez llegados hasta allí, hemos realizado la última y sinuosa subida. En el punto medio de esta subida hemos parado en un mirador natural desde el que hemos disfrutado de unas vistas sobrecogedoras. Tras las fotos de rigor, hemos reanudado la marcha hasta llegar a las afueras de la población de Benimaurell, donde nos aguardaba al autobús.
Esta ruta de unos 12 kilómetros, de alta exigencia física, nos ha permitido conocer un patrimonio cultural sobresaliente, enclavado en un escenario natural de gran valor ecológico y, lo más importante, hemos pasado un día fantástico disfrutando de la compañía de los amigos de AVIANA.