El segundo ‘día de puertas abiertas de Aviana’ nos llevó a 70 personas a caminar desde La Jorquera por la orilla del río Júcar hasta Alcalá del Júcar. Mientras crecía la mañana y se evaporaba la escarcha de la noche, ligeras brumas nos acompañaban en el camino. Las formaciones que ha construido el rio en esta parte de la Mancha es un paréntesis de roquedos en una llanura, donde el rio encajonado y serpenteante desciende poco a poco hasta el mar.

Comenzamos la ruta en el bonito pueblo de La Jorquera, por un camino que va por la ribera del rio Júcar,y que nos ofrece un magnífico paisaje por las singulares formaciones que la erosión del agua y el viento han modelado en las rocas, en algunas ocasiones parece que el terreno haya sido cortado a plomo y en otras extraplomos imposibles.

Después de caminar durante 5 km llegamos a la población de La Recueja en la comarca de la Manchuela. Aquí realizamos la obligada parada para tomar el almuerzo y renovar fuerzas, al borde del rio entre nogales, higueras y chopos y con la simpática compañía de patos y ocas que compartieron nuestras viandas.

Continuamos por el camino que sigue el curso del rio por el lado izquierdo en su cara sur, disfrutando de la belleza del cañón del Júcar. Ya cerca de nuestro destino, a tan solo unos 2,5 km de Alcalá del Júcar,la tranquilidad de la mañana se vio interrumpida por un incendio que se produjo en la misma orilla.

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Mientras nuestro compañero Salva reanimaba al lugareño afectado por los efectos del fuego, otros compañeros de Aviana intentaban sofocar el incendio al tiempo que llamamos al número de emergencias. Todo quedo en un susto, que podría haber tenido consecuencias mayores. Seguimos por el bonito recorrido, pero la mañana aún nos deparó otra interrupción, una compañera sufrió una caída y tuvo que ser atendida en el centro de salud de Alcalá.

Después de caminar unos 16 km. llegamos a la turísticapoblación de Alcalá del Júcar, declarada Conjunto HistóricoArtístico en el año 1982. Lo primero que se divisa es su castillo, fortaleza construida por los almohades en los siglos XII y XIII, que posteriormente perteneció al marquesado de Villena.

También es de destacar las casas escalonadas y construidas en la roca como la cueva del Diablo, así como su singular plaza de toros. Comemos en la zona que se denomina la playa, frente a la rocalla y el Castillo. Y después realizamos una visita por el pueblo recorriendo sus estrechas y sinuosas calles.

Una magnifica jornada de senderismo, a pesar de los incidentes, donde pudimos disfrutar de unos fantásticos paisajes por la ribera del rio Júcar en una mañana templada y soleada, con buen ambiente y buena compañía en medio de la naturaleza.

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