El Equipo Roca, división de la Guardia Civil que se encarga de velar contra el robo en el campo, está teniendo más trabajo de lo debido por la gran cantidad de hurtos que se producen, sobre todo en los terrenos de olivos. Hace unos días, la Guardia Civil detuvo a una persona, y estaba tras la pista de otras tres, por el presunto robo de 2.300 kilos de aceitunas en diferentes localidades de la comarca del Comtat.
Pero no hay que irse tan lejos. En la comarca del Alto Vinalopó se están llevando a cabo multitud de robos, algunos de ellos de menos pesaje que el anteriormente citado, pero realizados en pequeños campos donde muchos de sus dueños cuentan con la ayuda que les pueda aportar la cosecha del denominado «oro líquido español».
Hace una semana, un terreno situado cerca de Campo de Mirra fue asaltado por los «amigos de lo ajeno», llevándose unos mil kilos de olivas. Este vecino denunció el hurto a la Guardia Civil. «Las oliveras más grandes han sido las más perjudicadas», apuntaba éste; al tiempo que aseguraba que «van por la noche, y suelen actuar en los árboles que están más cerca de la carretera. No obstante, ya no es la cantidad de olivas que sustraen, sino los desperfectos que ocasionan».
Este vecino asegura que «hay algunas almazaras que no piden la documentación necesaria para comprar las olivas. Nosotros sí que tenemos los papeles en regla y donde llevamos la cosecha se encarga de que esté todo en regla». En la noche de ayer en Cuatro se pudo comprobar en un reportaje de investigación que hay una auténtica mafia detrás de estos robos.
El programa ‘En el punto de mira’, que se pudo ver ayer noche en la cadena de Mediaset, denunció este delito, una trama donde hay agricultores que encargan los robos, intermediarios que compran la aceituna robada sin escrúpulos y mafias dispuestas a quedarse con el producto, adulterarlo y venderlo como si fuera aceite de oliva virgen extra. Detrás del robo del aceite en España se encuentra la Camorra italiana.