Uno de los timos más viejos regresa a Villena. Esta mañana, un par de mujeres han peinado las calles más céntricas de la ciudad en busca de víctimas. En concreto, en la calle Cervantes, y en la papelería Alvi, se han salido con la suya. La técnica es simple. Buscan establecimientos que estén repletos de gente para, de esta manera, poder salirse con la suya.
Ágora Habla se ha puesto en contacto con Mari Tere, gerente de la papelería Alvi, donde estas mujeres han adquirido un producto y tras pagar con un billete de cincuenta euros, la devolución fue de 20. Esperan el momento en el que la dependienta esté atendiendo para argumentar que no desean llevarse lo comprado, por lo que vuelven a solicitar los 50 euros, al tiempo que en lugar de devolver el cambio, se marchan con los cincuenta euros más el importe devuelto.
«La timadora compra algo de poco valor y lo paga con un billete de 50 euros. En el momento que le entregas el cambio y ya lo tiene en la mano te dice que ha encontrado un billete más pequeño y que puede pagar con él. Te paga con el billete pequeño y te pide que le devuelvas el billete de 50, pero se queda con el cambio que ya le habías dado. La timadora no se queda con 50 euros sino con el primer cambio de 50 que le entregaste«, apunta Mari Tere.
Rápidamente han tratado de localizar a estas dos mujeres, que al parecer, estaban acompañadas de una menor; ya que, supuestamente, iban a tratar de timar en otro negocio cercano a la papelería. «Te montan un espectáculo en la calle, y encima parece que tú tengas la culpa», asegura Mari Tere que desea poner en alerta a la población, por tratarse de fechas próximas a fiestas y donde hay más trabajo.
Otros timos con el cambio
Otro de los timos más utilizados por la picaresca es el de entregar realizar compras de escaso importe y que se paga con un billete de 50 euros. Al ser entregado el cambio, saca nuevos billetes de 5, 10 y 20 euros hasta completar 50 euros, y pide que se los cambie. Finalmente vuelve a pedir que le entregue el billete de 50 euros a cambio de los que ya ha cambiado.
La intención es confundir con los cambios al dependiente con el fin de estafarle los 50 euros.
