Nueve meses han pasado desde aquel fatal 1 de julio en el que Alfonso cayera al suelo. Desde ese momento su mujer Saray Galbis, inició una lucha para dar explicación a lo sucedido aquel día. Una lucha en la que no está sola y que, día a día, son muchas las muestras de apoyo y cariño que recibe, de las que Saray está profundamente agradecida y que no es más que todo el cariño que Alfonso ha sembrado siempre.
El 27 de noviembre, casi cinco meses después del suceso, Saray Galbis apunta que «desde el Juzgado pretenden archivar la causa». En dicho comunicado la esposa de Alfonso fue muy concisa: «Yo facilito una lista de testigos en la Guardia Civil, el otro socorrista que puso la cánula de Guedel, la enfermera, mis cuñados que llamaron al Samu y que incluso llegaron a cruzar palabras con el voluntario de Cruz Roja que se negaba a facilitar el DESA, pero a ellos, nadie los llamó a declarar. Ahora me persono en la causa en el juzgado y además de haber sobreseído la causa provisionalmente, sigo sin conocer los motivos y nadie me ha notificado como esposa de la víctima que la intención es archivar la causa».
Sin embargo, Saray no ha cesado en su lucha y tras recibir el asesoramiento legal oportuno, se ha personado en la causa presentado una querella penal contra los organismos y concejalías involucradas en el hecho, la cuál ha sido admitida a trámite. Ahora el juzgado de instrucción está realizando los informes e investigaciones al respecto.
Un proceso largo pero con un objetivo claro: explicar los motivos de porqué Alfonso no recibió la “atención vital que precisaba en ese momento, a pesar de contar el recinto no con uno ni con dos, sino con tres desfibriladores y después de que un voluntario de Cruz Roja debidamente identificado, presuntamente se negara a facilitar el desfibrilador externo semiautomático (DESA)».
Sin duda, no solo Alfonso está siendo un luchador sino también Saray que día a día está ‘peleando’ por esclarecer la verdad.
