Este miércoles, tal y como se había anunciado el pasado mes de agosto cuando entraron en servicio, dejaban de funcionar las lanzaderas de autobús que unían la estación del AVE en Villena con las localidades de Torrevieja y Benidorm y que permitían por entre 7 y 8 euros adicionales a los usuarios de la LV Madrid-Alicante proseguir por carretera su viaje hasta esos dos puntos turísticos de la Costa Blanca.
Después de dos meses, el nivel medio de ocupación de los microbuses de la empresa Alsa ha sido inferior al 25%, un dato que hace más que complicado que el próximo verano se pueda recuperar la iniciativa.
Desde los Ayuntamientos de Torrevieja y Benidorm se achaca la baja ocupación a la falta de promoción, que el servicio se iniciara a mitad de verano y, sobre todo y coincidiendo con la opinión del consistorio de Villena, a la falta de conexión directa de la estación de Alta Velocidad en el Alto Vinalopó con la autovía Madrid-Alicante.
De hecho Gema Amor, la concejala de Turismo de Benidorm ya apuntaba este miércoles que van a seguir insistiendo para que la conexión por carretera con Benidorm se haga desde Alicante y no desde Villena, algo a lo que el Ayuntamiento de la capital de la provincia se opone por falta de espacio en la terminal del AVE la avenida de Salamanca y problemas de congestión de tráfico, habiendo estado ambas posturas envueltas de una agria polémica política.
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