No son ni dos ni tres. Hasta siete comunidades de vecinos del Bulevar Compositor Maestro Carrascosa denuncian fin de semana sí y fin de semana también el fuerte ruido que reina en los alrededores de una sala de ocio que cierra sus puertas los viernes y los sábados a las 07.30 horas; así como la suciedad que se queda sin limpiar en aceras, puertas y coches que están aparcados en la zona.
Una amplia representación de los vecinos afectados se han dirigido al Ayuntamiento para poner en conocimiento del consistorio el infierno por el que están pasando. «Tenemos que dormir con tapones, ya que el ruido no nos deja descansar. Por eso hemos firmado y enviado documentación y fotografías para que vean por lo que estamos pasando», afirma un vecino. Tanto el ayuntamiento, «sobre todo el alcalde, que nos dijo que nos ayudaría», apunta otra vecina, como Policía Local están avisados, y han notado que la música ha descendido en cuanto a decibelios, aunque el escándalo que se monta en la calle es «atronador».
«Este fin de semana, habían sobre las cinco de la mañana dos personas cantando en el parque del Bulevar, con el acompañamiento en las palmas de los que se encontraban fuera del local», asevera uno de las afectados. «No sé cómo se puede dar licencia a un local que cierra los fines de semana a esas horas. Por lo que sabemos, estas salas suelen estar en Polígonos o en sitios apartados de la localidad», manifiestan.
«Muchas veces, y este fin de semana así ha sucedido, hemos tenido que llamar a la Policía Local ya que el escándalo era inaguantable. Pasaron y no salieron ni del coche», denuncia otra vecina. «Esta es una zona nueva donde vive mucha gente joven que tienen niños pequeños. Los domingos, cuando bajan al parque tienen que llevar cuidado de no pisar restos de orín, vidrios y demás restos que nadie limpia», apunta otro afectado.
Las comunidades que han recogido firmas son las de encima de El Real, la de encima del Mercadona, Farmacia, Lampadini, Alcázar de Toledo, dos de enfrente y así hasta las que hay en la parte trasera de la sala de ocio, donde se encuentra la puerta trasera del local, y donde más ruido existe. «Nosotros no nos quejamos de la sala, ya que sí es cierto que tiene toda la documentación en regla y el sonido hemos notado que no se nota apenas. Lo que denunciamos son los restos de suciedad de la noche en las entradas a los garajes, puertas, calles, aceras. La gente orina en la calle, y eso no puede ser», concluye otro de los vecinos afectados.