Esta mañana, un vecino de Villena, ha presentado en el Ayuntamiento de Villena una queja por la excesiva cantidad de heces de perros en las aceras de la localidad.
Antonio, en su escrito remitido al consistorio con fecha de hoy, catorce de noviembre, expone que «cuando uno camina por las aceras tiene que ir pendiente de no pisar ningún escremento de perro, el cual no fue recogido por el dueño del animal».
Por lo tanto, e indicando que se traslade copia al Departamento de limpieza viaria y a los grupos políticos de la ciudad, solicita:
«Se ponga en marcha un sistema de censo canino por medio del ADN del animal, sistema que ya existe y se utiliza en algunas localidades para identificar a los dueños que no recogieron de la vía pública los excrementos de sus mascotas y sancionarles».
Hay que apuntar, que desde la concejalía de Políticas Animalistas, se está trabajando para la implantación de una ordenanza que regule este problema que existe por el poco civismo de los dueños de las mascotas. Esther Esquembre, edil de esta concejalía, ya avisó en enero, que en el segundo semestre de 2016, en el cual nos encontramos, se sancionaría a quienes no recojan las heces de sus mascotas, al tiempo que se lanzaría una campaña de sensibilización. No obstante, Esquembre apuntó en su día, que no se sancionaría a nadie hasta finales de este año o principios de 2017.
En Crevillente, su primer edil, y el año pasado, ya anunció que el Ayuntamiento implantaría la identificación genética de los perros con la que identificar al titular del animal cuyas heces estén abandonadas en la vía pública. «Será la Policía Local la encargada de tomar una muestra del excremento abandonado, previo aviso de la empresa concesionaria del servicio de limpieza», apuntaban desde el consistorio de la localidad alicantina.