Punto y final. O mejor dicho, punto y seguido. Álvaro Tomás García puso ayer fin a uno de sus sueños. Algo a lo que aspira llegar cualquier deportista: vestir los colores de la Selección Nacional, en el caso del villenense, de fútbol sala sub’19. Es el segundo en hacerlo, ya que el primero fue Luciano Amorós, jugador que en la actualidad milita en el UMA Antequera, y hermano de Javi Amorós, que juega en el Hércules San Vicente.
Alvarito disputó ayer el segundo de los partidos amistosos ante la selección de Portugal en el Diego Calvo Valera de Águilas, Murcia. El resultado es el de menos, empate a siete; al tiempo que en el jugado el martes, el combinado que dirige Fede Vidal, se impuso por 5-0. La fiesta estuvo en las gradas.
Águilas se convirtió ayer en una pequeña Villena, y las instalaciones deportivas, en un Pabellón Municipal villenense. Y es que fueron muchos los que no quisieron perderse la imagen del futbolista del Bel-liana, con el seis en el pecho y en la espalda, dándolo todo por «La Roja». Y le costó, ya que en la segunda parte se tuvo que retirar del partido, aunque todo parece indicar que estará en condiciones de medirse el sábado, a las 16.00 horas, al S&C Aspe.
Han sido unos días inolvidables para Álvaro Tomás. Días de emociones. De ambiciones hechas realidad. De poder cumplir un sueño. Ha sido una citación para dos partidos amistosos, pero es el inicio, de como diría aquel, una buena amistad. Y es que los informes de los técnicos del combinado nacional son favorables para que el villenense repita en un futuro no muy lejano, y ojalá, que sea en partidos oficiales.
Volviendo a la afición, estuvo de diez. No cesaron de animar en todo momento a España y a Alvarito. Los bombos y tambores hicieron vibrar al pabellón, y llevaron en volandas a los españoles. Fue una tarde llena de emociones, y la tardía llegada a Villena de los aficionados que se desplazaron, valió la pena. Ojalá se repita. Esta es la crónica del España 7 – Portugal 7, realizada por Sefutbol:
El aprendizaje que supone cada ocasión que tienen los jóvenes internacionales de la Selección española de fútbol sala es importante en su formación. Y si en el primer choque ante Portugal de estos días de trabajo en Águilas la contundencia de uno 5-0 hacia pensar en una superioridad española sobre los lusos, el primer tiempo del segundo partido mostró a todos que cualquier rival puede plantar cara y poner en dificultades a un equipo de fútbol sala.
En un frenético arranque de partido, España se puso por delante en los primeros segundos, pero Portugal igualó enseguida y dio la vuelta al marcador con rapidez, para dejarnos una primera mitad que terminó con intercambio de goles y ventaja para los visitantes, 3-4.
Tras el descanso, Portugal siguió en sus trece, haciendo el quinto, pero los de Fede Vidal no bajaron los brazos, y a falta de ocho minutos para el final igualaban el tanteador a cinco goles, para darle la vuelta al mismo a cuatro minutos del final de partido, haciendo el 6-5. Pero no acabaría ahí el choque, ya que en un intercambio de golpes entre ambos equipos en el tramo último del enfrentamiento, al final se firmaron las tablas con un empate a siete goles en el marcador. La afición que se había dado cita en el pabellón municipal de Águilas disfrutó con el espectáculo del fútbol sala y de dos choques amistosos que se saldan para España con una victoria y un empate.
FICHA TÉCNICA