El 14 de noviembre del 2020, en
el sur de los Territorios Liberados de Sáhara Occidental, Marruecos inició
disparos hacia los saharauis ante lo que el Frente Polisario respondió del
mismo modo.
Parte de los territorios ocupados
llegan hasta el Océano Atlántico que, si bien es una estrecha franja, es un
obstáculo para que Marruecos acceda a transportar mercadería al resto de
África.
Hay en este lugar llamado
Guerguerat, una frontera no reconocida internacionalmente que controla este
paso, y el pueblo saharaui, después de décadas de ver sus territorios ocupados
expoliados de fósfato y pesca por la dinastía alauí, y de la desatención en
relación a esta ocupación por parte de la comunidad internacional, incluso de
la ONU -pese a que los protocolos prohíben que la descolonización se haga
“obsequiando” estos territorios y personas a un tercero – ya no saben qué hacer
para ser al menos escuchados y que se produzca el Referéndum aprobado incluso
por Marruecos hace años.
El modo de «colarlo»
por parte de un moribundo dictador Franco y de su sucesor Juan Carlos de Borbón
fue firmar pocos días antes de la muerte del primero, el conocido Acuerdo
Tripartito de Madrid, según el cual se transfería la administración (no la
soberanía porque no es legal hacerlo) a Marruecos, Mauritania y España.
Lo de España era una farsa y
Mauritania no tenía ni recursos económicos ni militares para mantener esa
posición militar y poblarla con civiles.
Parte del tratado era que España
pudiera seguir pescando en esas riquísimas aguas durante 20 años más.
Henry Kissinger, para bloquear la
posible alianza entre el pueblo saharaui y Argelia, dio en aquel momento todos
los recursos necesarios para la invasión y manipuló los hilos políticos
necesarios para que el mundo mirara hacia otro lado en ese momento.
El estallido del enfrentamiento
este 14 de noviembre, se debe al hartazgo creciente durante décadas (sumados a
las violaciones de DDHH constantes y documentadas en vídeo por parte de Marruecos
a las personas saharauis que viven en el Sahara Occidental ocupado) y es por
ello que activistas saharauis bloquearon el paso de Guerguerat, paso que les
pertenece y es parte de los territorios ocupados por Marruecos.
La línea punteada en el mapa es
la zona más minada del mundo, con un muro de 2000 km construido entre Marruecos
y financiado en gran parte por Israel, para bloquear el acceso a los saharauis
que se encuentran del lado liberado a los territorios ocupados.
No existen planos de la ubicación
de dichas minas, y su detección es muy costosa, ya que las arenas se mueven
constantemente cambiándolas de sitio.
Es un lugar inhóspito y
peligrosísimo, puesto que son minas antipersonas las que siembran todo el
territorio, que están totalmente prohibidas y que funcionan no para matar sino
para destrozar a las personas en parte y así colapsar los hospitales de guerra.
Marruecos debe abandonar los
territorios ocupados ilegalmente en los años 1976/77, y devolverlos al pueblo
saharaui, que son los legítimos habitantes del territorio. La Autodeterminación
solo tienen que votarla saharauis, no ocupantes.
El pueblo saharaui ya lleva 50
años sufriendo desde humillaciones constantes a vivir asilado en medio del
desierto.
La Misión de Naciones Unidas para
el referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), es una misión de pacificación
de las Naciones Unidas, establecida en 1991 para observar el alto el fuego y
organizar un referéndum entre el pueblo saharaui que determine el futuro
estatus del territorio del Sahara Occidental a través del derecho de
autodeterminación, con base en el censo español de 1974.
El plan de arreglo, tal como fue
aprobado por el Consejo de Seguridad, establecía un período de transición para
preparar la celebración de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara
Occidental eligiera entre la independencia o la integración con Marruecos.
El Representante Especial del
Secretario General tendría la responsabilidad única y exclusiva sobre los
asuntos relacionados con la celebración del referéndum y estaría asistido en
sus funciones por un grupo constituido por civiles, militares y personal de la
policía civil, que se conoce como la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum
del Sáhara Occidental y que actualmente está constituido por 493 personas.
Este próximo 17 de diciembre,
Mohamed VI mantiene en el aire su recibimiento a Pedro Sánchez en Rabat.
Esperamos de corazón que nuestro
presidente inste al monarca marroquí a resolver de una vez por todas la
gravísima privación de libertad a la que tiene sometido al pueblo saharaui y
deje de actuar como si, en dicho territorio, reinara la paz y la seguridad y no
hubiera necesidad alguna de poner fin al agravio.
¡Viva el Sahara libre!