Las obras de urbanización del Barrio de San Antón avanzan y ya se ha comenzado a adoquinar la primera fase de la actuación que corresponde a la calle Maestro Moltó, según ha podido comprobar el alcalde, Fulgencio Cerdán, durante una visita técnica a las obras. En esta parte, la actuación más importante ha sido la sustitución de las conducciones de aguas residuales y la generación de una red separada de aguas pluviales para poner fin a los problemas de humedades que sufren las viviendas en esta parte de la ciudad. El desarrollo de la obra se produce a pesar de la aparición de restos arqueológicos en algunos tramos de las calles afectadas, correspondiente a las murallas medievales de la ciudad.
La colocación del adoquinado supone el cierre de las zanjas y el inicio de las actuaciones en superficie, que pretende dar una imagen armonizada para el conjunto de las calles que están siendo renovadas, una mejor urbanización y nuevas instalaciones de iluminación y seguridad vial.
Cerdán ha señalado que “conectar la red en estos puntos de la ciudad con las conducciones en la zona baja de la ciudad es fundamental, por primera vez Villena tendrá una estructura hídrica abastecimiento-saneamiento-pluviales adaptada al concepto de ciudad moderna, sostenible y con capacidad de adaptarse a los nuevos modelos climáticos: menos lluvias, pero más torrenciales”.
El alcalde señaló que “queda mucho por hacer, pero se han desarrollado actuaciones muy importantes que no se habían hecho en casi medio siglo, seguramente por el temor a las molestias que generan las obras. Pero la responsabilidad nos obliga a actuar en este barrio, como en la Avenida de la Constitución también sobre lo que no se ve, sobre lo que está bajo tierra”.
La renovación de las infraestructuras subterráneas y la mejora en superficie del Barrio San Antón tiene un presupuesto de 1,3 millones de euros, y mejora las calles Maestro Moltó, La Leña, Verónica, Telarete y José Zapater.