Cuando
Rubén Alfaro, Alcalde de Elda, al término de una charla
circunstancialmente cruda, me ofreció en desagravio su apoyo para
organizar una actividad montañera, estoy seguro que nunca llegó a
pensar que mi propuesta en favor de una jornada de montañismo
solidario, iba a emprender el camino serio que ahora pretendemos. Es
comprensible, pues tampoco entonces, imagine que él pudiera alcanzar
tanta implicación, hasta que le vi tirar de la joëlette, como el
que más, por los empinados senderos de la montaña.
Aquella
jornada culminó en la cima de Bolón, la montaña que cada víspera
de Reyes ilumina la mágica noche eldense, conjurándonos para darle
continuidad, sobre la emblemática Silla del Cid, inigualable telón
de fondo para aquella histórica foto, convertida en símbolo natal
del Montañismo inclusivo, para toda la Región Valenciana.
Un
año después, tan sólo conocemos de una meritoria actividad, con
escasos medios, en favor de AMFI, por la vía verde de Alcoy. Sabemos
de la existencia de varios colectivos de diversidad funcional en
ambas ciudades, pero también sabemos de la carencia de medios y de
formación existente; sabemos que el esfuerzo pasado de mostrar en
Bolón que “SE PUEDE” subiendo hasta lo más alto de una
montaña no ha sido suficiente, pero también sabemos, pues está en
el ADN de un alpinista, que rendirse no es una opción aceptable.
Planes
a corto plazo: las II Jornadas de Montañismo inclusivo,
este año en Petrer, donde ofrecer adiestramiento en el guiado en
montaña para ciegos, mediante la barra direccional, y también en el
manejo de la joëlette, especie de uniciclo para impedidos
físico-motrices, con el fin de ampliar la formación humana, que en
la actualidad es nula.
El
medio plazo, es un paso que Cuentamontes ya ha dado, señalando
a la Escuela Valenciana de Montañismo, como la encargada de dar
continuidad a la formación de monitores en la nueva disciplina de
Montañismo Inclusivo. Igualmente, hemos llevado a cabo
contactos con entidades llamadas a ser las patrocinadoras de estas
barras direccionales y joëlettes, mediante mecenazgos, donaciones,
patrocinios, etc.
Reconozco
que en el largo plazo, tendremos que seguir trabajarlo duro y
bueno será que también la administración siga arrimando el hombro,
pero llegará un día en el que, en el Refugio de Catí, en Rabosa o
el Perrió; en la acampada de Caprala o especialmente en el que ya
tiene acondicionado para este fin la Diputación Provincial, en el
paraje de l’Avaiol, existan depositados para uso público, estos
elementos.
Es
necesario que dejemos de ver este Montañismo Inclusivo, como
algo especial para superdotados o súper héroes y entender que Bolón
y también la jornada en la Silla del Cid, sólo habrán sido la
demostración de que “SE PUEDE”; ejemplos que esperemos
sirvan para abrir los ojos de todos nosotros y podamos imaginar a una
familia, o a un grupo de amigos, que tengan a alguien padeciendo
algún tipo de diversidad funcional y deseen hacerle partícipe de
una placentera excursión por los muchos caminos y senderos de
nuestra orografía, sin grandes esfuerzos, sin grandes desniveles,
pero con la satisfacción de compartir, familias y amigos, una
experiencia en la Naturaleza, sin tener que dejar a nadie atrás. Los
voluntarios ya son muchos. La sociedad lo demanda. Yo ya estoy
dispuesto, ¿y tú?