A
estas alturas me da por pensar que el voto por parte de la ciudadanía
está más que decidido y la verdad que han sido dos semanas muy
intensas por parte de los partidos, con un buen número de debates
que nos han permitido vislumbrar quien tenía un trabajo previo y
quien estaba para no perder su oportunidad.
Como ex coordinador de Ciudadanos quizás parezca que pierda la
objetividad al hablar del partido, pero la verdad es que siempre he
sido muy crítico, con el mismo, desde dentro por las colocaciones,
favoritismos, movimientos y forma de actuar al no tener un criterio
claro pues éste se adaptaba según soplaba los vientos nacionales.
De hecho, mis críticas constantes hicieron que en el 2017
aprovecharan un viaje a Colombia para sustituirme sin previo aviso y
sin ningún tipo de argumento. Por fortuna, a mi vuelta hubo unas
nuevas elecciones y los afiliados volvieron a elegirme coordinador
democráticamente hasta el mismo día de mi dimisión hace apenas un
mes.
Hoy
me encuentro con una nueva gente que en su mayoría no ha hecho la
travesía en el desierto de trabajar sin representación y con un
programa que está más cercano a una lluvia de ideas que a una
planificación que trabaje las causas y el cómo resolverlas pues
Villena ya no necesita de más parches sino cambios estructurales.
Pero
lo preocupante de Ciudadanos no es su programa falto de concreción y
planificación, lo preocupante es hacia dónde va. Decía Rivera en
su campaña nacional que había que luchar contra los dedazos y los
enchufismos y tan sólo en la provincia de Alicante las localidades
de Elche, Alcoy, Crevillente, Ibi, Novelda, Hondón de las nieves,
Santa Pola, Torrevieja, Castalla, Muro, Cocentaina, San Juan y
Villena podrían soltar una carcajada o desmentir dicha afirmación.
Si ya la candidata en Villena, mientras esperaba en su casa ser
elegida, al mismo tiempo que nosotros trabajamos para el partido, se
excusaba en los dirigentes de la Comunidad Valenciana para decir que
había sido impuesta, es decir un dedazo pasando por encima de los
afiliados de ese momento, de la directiva y de cualquier ética o
moral, democracia cero.
Pero
¿quiénes son los que dirigen ciudadanos en la comunidad Valenciana?
Como se sabe a través de la prensa ciudadanos en sus inicios se ha
ido nutriendo de personas de otros partidos, algunos totalmente
válidos y otros que salieron por la puerta de atrás buscando su
oportunidad. En nuestra comunidad la mayoría de los Ripollistas y
Zaplanistas acudieron en masa a ciudadanos. Hubo algún intento de
centrar el partido con Carolina Punset, Alexis Marín o José Luís
Cifuentes, pero enseguida esas voces se apagaron y los que criticamos
ese silenciamiento fuimos señalados.
Es
curioso que una visita a Villena aparezca la candidata de ciudadanos
con el que fuera mano derecha de Ripoll en diputación, Emigdio
Tormo, peso pesado del partido, expedientado por el PP en el 2010,
expulsado en el 2013, según el PP, pasando a liderar ciudadanos en
el 2015 en la provincia y frenando una investigación del caso Brugal
en diputación. El pasado de la candidata de Ciudadanos en Villena
tanto en el PP como en diputación ya es sabido pero no camina sola,
en la misma dirección aparece en la lista de Ciudadanos Ramón
Campos muy cercano a Zaplana en sus tiempos de Benidorm como también
es curioso que aparezca Pablo Castelo, histórico del PP en Villena,
el cual tuvo una reunión con un coordinador local de Ciudadanos, de
una localidad vecina, haciéndose pasar como representante de Clemor
y solicitando su apoyo para que ésta fuera a diputación por
ciudadanos después de las elecciones del domingo. Dicha reunión se
dio antes de que se afiliara Martínez Clemor al partido… el asalto
ya estaba planificado, mejorar Villena, lo dudo, al menos por la
candidata.
Ciudadanos
no es renovación, sino que recoge las viejas formas que partidos
tradicionales están intentando desechar, formas donde no se tiene en
cuenta la voluntad de unos afiliados o una directiva, sino que son
los encuentros gastronómicos o los viejos amigos los que te colocan.
El
domingo cada persona votará según su conciencia, pero votar a
ciudadanos no será votar al futuro sino más bien al pasado pues no
importa que en la lista haya caras jóvenes y con ilusión, pues al
final los que deciden son otros y éstos cambiaron la gaviota por el
buitre.