El día como Almogávare no comenzaba el 9 de septiembre de 2015, pero eso no lo sabría hasta el final del desfile…
Antes de fiestas recibí un mail por parte de la Comparsa de Almogávares, donde me invitaban a compartir con ellos La Diana, la Despedida de la Virgen, el almuerzo y el desfile del día 9 de septiembre, y como a mi no me gusta una fiesta, y menos las de Villena… Pues tuve que aceptar la invitación gustosamente.
Trabajamos duro toda la semana, el equipo al completo fuimos realizando fotos de todos los actos para que nuestros lectores tengan un bonito recuerdo de estas pasadas (por agua) fiestas. En los próximos días iremos colgándolas y completando el libro digital de fiestas.
La verdad, se me hizo la semana eterna, ya tenía ganas de disfrutar mí día de Almogávare, ya que cuando les contaba a amigos y conocidos lo que pasaría el día 9, comentaban maravillas sobre la comparsa: «ya verás, son una gran familia», «verás como se vuelcan contigo», «si me apuntara a alguna comparsa, sería a los almogáraves, lo vas a pasar genial».
Y por fin, después de la gran espera sonó el despertador, a las 7:00 de la mañana, en ese momento me entró una pereza absoluta por el madrugón (hay que decir que los llevo mal siempre), pero enseguida me dí cuenta que día era y comenzaron los nervios, cogí mi traje (prestado), me puse mis mallas, mis botas, mi casaca, mi cinturón, mi gorro y a la calle.
Había quedado en la Plaza de Santiago, ¡que ambientazo!
No había ido nunca a la diana y me sorprendió la cantidad de gente que había.
Y allí estaba mi grupo, esperando el turno para salir, nada más acercarme hicieron que me sintiera parte de ellos, «¿con quien sales esta noche? Desfilas con nosotras y arreglado» ya estaba todo dicho…
El desfile de la diana fue bonito, cogí el paso muy rápido, y calentamos motores para lo que llegaría en la noche.
Llegamos a la vía, para despedir a La Virgen, arcabuceros y esos grandes Alférez rodando sus banderas, y el nuestro, nuestro Almogávare que rodó su bandera como nadie, y lo bonito de ver a sus amigos y compañeros de comparsa animándole: «vamos que lo estas haciendo genial» «Bravo ese Alférez».
Y después, la recompensa al cansancio, al frío, al madrugón, a la despedida…
El gran almuerzo villenero en la casa de los Almogávares, ¡y que almuerzo señores! Con su sardina, patatas al montón, huevo y longaniza, y arcabucero, (para quien gustara, claro) y cafecico de olla, vamos un revitalizante de cuerpo y alma para darlo todo en el último desfile.
Después de la mañana, tocaba siesta… Pero una servidora ya estaba de los nervios por lo que prometía la noche y no pude pegar ojo…
Llegó el momento, lo esperado por todos ese día, el último desfile, se acaban las fiestas y en este desfile se da todo. Antes de desfilar, un brindis, alegría y emoción por lo que viene ahora, recogemos nuestra ramita de alábega, buscamos el sitio donde nos tenemos que poner, poco a poco se van formando filas, se oye el nombre de la comparsa por megafonía, la banda se coloca, y lo hace detrás de mi fila, ¿así quien no quiere desfilar?
Y de repente… ¡Música! Alábega en mano, sonrisa de oreja a oreja, miradas cómplices en la emoción y a desfilar.
¡Qué pasada! No dejé de sonreír, de saludar, de tararear ni un momento, no podía parar, estaba emocionadísima. Se me hizo cortísimo, hubiera dado la vuelta y desfilado otra vez subiendo la calle, pero lamentablemente había terminado, solo quedaba una cosa, agradecer a todos el gran día que había pasado, gran día que solo podía culminar a lo grande y así fue.
Y es que como he dicho al principio, mi día como Almogávare no empezó el día 9 sino que hacía tiempo que yo ya lo era, desde el día 5 de septiembre de 2011 que vi mis primeras fiestas, pero no lo sabía aun…
Agradecimientos:
A Francisco, el presidente de la comparsa, por invitarme a pasar un precioso día y por hacerme sentir una más.
A Manoli y Marisa, por dejarme el traje, por maquinar el gran día y por ser grandes amigas.
A Maite «mi presi», por acompañarme durante todo el día, disfruté mucho contigo amiga.
A Carolina e Isabel, un gustazo disfrutar con vosotras el desfile.
Y al resto de Almogávares por acogerme en su casa, sois grandes.
